EN CONSTRUCCIÓN
LA NOCHE EN BALDE
En este grupo de trabajos se percibe, sobre todo, una aproximación emocional al paisaje. Un proyecto que utiliza el collage fotográfico y un proceso plástico libre e intuitivo como vehículo de exploración de parajes rurales descuidados, sin cultivar, en los que crece lo que podríamos denominar como botánica periférica: Malas hierbas y, sobre todo, cardos y pitas; elementos desconcertantes -aparentemente innecesarios- que crecen a la contra, sin que nadie los cuide ni los trabaje. Iluminados únicamente por la áspera luz del flash de la cámara fotográfica, buscamos reconciliarnos con el entorno y con nosotros mismos, reivindicando la necesidad y la belleza de esos lugares periféricos, oscuros, descontrolados, ociosos y salvajes.
Recogiendo una atmósfera y una iconografía con la que vengo trabajando intermitentemente desde mis comienzos, pueden encontrarse algunos de mis intereses dentro del medio fotográfico en los últimos años: La atracción por una fotografía “viva”, híbrida y orgánica -a menudo no reproducible-; la intención de utilizar el medio cada vez menos como simple vehículo contenedor de imágenes y cada vez más como una herramienta expresiva protagonista y una canal emocional; de estirar las posibilidades y jugar con los soportes, de no limitar el disfrute de la obra al sentido de la vista, de explicitar el proceso, de transgredir la manera habitual de trabajar con la fotografía -dejado llevar por un espíritu intuitivo y amateur- convirtiendo en virtud la fragilidad del medio…
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